lunes, 11 de febrero de 2013

Las luces del norte


Se cumple un año de mi primera visita a Laponia. Nueve días llenos de magia en los que hice realidad varios sueños antiguos y disfruté como sólo lo saben hacer los niños, viviendo cada segundo como un descubrimiento, como una aventura llena de risas y sonrisas.
No esperaba volver tan pronto pero un regalo inesperado me permite volar de nuevo a Finlandia, yupiii! Esta vez llegaré justo al Círculo Polar Ártico, y me quedaré sólo tres días, poco tiempo para repetir todo lo que me gustaría. No importa, es un destino nuevo y una situación diferente. Acompaño a Javier al punto de inicio de su expedición ártica, desde el Círculo Polar a Cabo Norte. Nos espera nieve por doquier, temperaturas bajo cero durante todo el día, saunas, renos, samis y cerveza lapona. Me acompaña la esperanza de tener la oportunidad de maravillarme de nuevo con las auroras boreales, y también me acompaña el recuerdo de mis compañeros de viaje del año pasado. Incluso un año después aún me descubro de vez en cuando reviviendo anécdotas de ese viaje que me hacen sonreír.

Serán tres días intensos, de esos que merecen la pena ser vividos, y eso es lo que realmente importa.